
Entrar en las oficinas barcelonesas de la desarrolladora de videojuegos King (compañía detrás de juegos de móvil como Candy Crush, Bubble Witch o Farm Heroes) es como entrar en un sueño lleno de nubes de azúcar y caramelos gigantes. “Abrimos la sede de Barcelona en 2012, y yo entré en la compañía un año después”, recuerda Todd Green, presidente de la desarrolladora de videojuegos desde mayo. “He pasado mucho tiempo aquí, es una localización genial, con muchos equipos muy transversales”, señala Green (Saint Albans, Reino Unido, 42 años). La oficina catalana, la segunda más grande de King tras la de Estocolmo, ha sido durante años un pilar creativo de la compañía: desde allí se han diseñado niveles, interfaces y hoy se trabaja en nuevos títulos aún por anunciar. King, fundada hace más de dos décadas, fue uno de los grandes nombres del auge de los videojuegos para móvil y su joya, Candy Crush Saga, ha superado los 5.000 millones de descargas y generado más de 20.000 millones de euros en ingresos.Green, que en mayo pasó de ser el director de Candy Crush a presidente de toda la compañía, se muestra cómodo hablando de lo que conoce: los juegos. “Nuestros juegos son únicos en su diseño y en la expresión de sus ideas. Podemos estar orgullosos de lo que hemos conseguido, y al mismo tiempo tener hambre para crear cosas nuevas. Mi trabajo ahora es refinar y ajustar todas las piezas para conseguir el mejor producto posible”. El suyo es efectivamente un producto refinadísimo, pero en un contexto complicado. Mientras la industria del videojuego vive una oleada global de despidos —más de 15.000 en 2025—, el caso de King resulta paradójico: su título estrella sigue siendo una de las franquicias más rentables del planeta, pero la empresa reajusta estructuras. Desde la adquisición por Microsoft en 2023, la compañía se ha visto inmersa en un proceso de integración global que ha afectado a varias de sus divisiones, incluida la española.Dos Expedientes de Regulación de Empleo en menos de un año han dejado la oficina de Barcelona envuelta en una sensación de vértigo. Green desembarca en la presidencia con un doble desafío: recomponer la confianza interna y mantener vivo el espíritu creativo. “Es difícil, sobre todo para los afectados, pero son pasos que creemos necesarios”, explica. Los trabajadores afectados por los despidos señalaron en agosto una causa: la sustitución de los humanos por la inteligencia artificial. Green, sin embargo, rechaza esa lectura: “Ninguno de los despidos se debió a la IA. Me encanta hablar de cómo la usamos, pero quiero ser claro: los cambios que hicimos no fueron por eso”.Interfaz del juego ‘Candy Crush’.Didem Mente (Anadolu/Getty Images)Los dos ERE aplicados en Barcelona —uno en noviembre de 2024 y otro en el verano de 2025— redujeron la plantilla en unos 120 empleados. “Después de ver dos despidos colectivos en un año, la gente siente que puede pasar cualquier cosa”, resume un representante sindical consultado por EL PAÍS. Desde el sindicato aseguran que las causas oficiales —reorganización interna y adopción de un modelo más horizontal— encubren un cambio más profundo: la automatización y la externalización de parte del trabajo dentro de la estrategia de Microsoft, el grupo propietario de King. “No es la causa oficial, pero está claro que la automatización pesa en estas decisiones”, señalan.El presidente insiste en que las herramientas de IA se emplean como soporte al trabajo humano, no como sustituto. “La usamos como copiloto”, detalla. “En Candy Crush, por ejemplo, tenemos más de 20.000 niveles. Antes, ajustar la dificultad de cada uno era un proceso completamente manual; ahora usamos machine learning para detectar niveles que se salen del rango de dificultad que queremos. La IA nos ayuda a ser más eficientes, pero el diseño sigue siendo profundamente humano”.King pertenece al gigante tecnológico Microsoft desde 2023 (cuando este adquirió Activision Blizzard), y las dudas de la plantilla son empujadas, también, por el posicionamiento del CEO de la propia Microsoft, Satya Nadella. Tras el despido de 9.000 empleados de la compañía en julio, Nadella dijo que la irrupción de la IA le recordaba “a cuando los ordenadores personales y el software de productividad se convirtieron en estándar en cada hogar”. “¿Qué significa empoderar en la era de la IA? No se trata solo de crear herramientas para tareas específicas, sino de construir herramientas que permitan a cualquiera crear las suyas propias”, declaró.Microsoft y la autonomía creativaDesde que Microsoft completó la compra de Activision Blizzard King —tras un largo proceso—, la pregunta que sobrevuela el sector es si los estudios integrados conservarán su autonomía. Green responde que sí: “Diría que la gran contribución que King puede hacer a la parte de gaming de Microsoft es nuestro dominio del móvil. Tenemos una audiencia enorme, propiedades intelectuales consolidadas, tecnología punta y una conexión directa con los jugadores. Seguimos siendo responsables de nuestro propio destino creativo”. Y abunda: “El núcleo de nuestro negocio sigue siendo el mismo: intentar hacer los mejores juegos posibles. El éxito para nosotros es que los jugadores quieran jugar durante años, no que prueben un título y lo olviden”.Manifestación de los trabajadores barceloneses de King, en julio.Albert GarciaCuando se le pregunta por el secreto de un éxito tan longevo como Candy Crush, Green responde casi como un filósofo del entretenimiento digital: “Es el matrimonio perfecto entre fondo y forma. Tienes una pantalla pequeña y juegos con interacciones simples, pero combinadas generan una complejidad profunda. Aunque las reglas son simples, su potencial es infinito”. Esa alquimia —aparente sencillez, profundidad oculta— es, según él, lo que mantiene viva la saga después de 13 años. No es una afirmación menor. En un mercado donde los juegos móviles compiten con producciones millonarias y realidades virtuales, la compañía reivindica la esencia del puzle como un lenguaje propio, casi universal. “Hay mucha gente que no se describe como gamer, pero accede a juegos móviles cada día”, dice Green. “El móvil es la forma de usar videojuegos más popular en el mundo, y los puzles siguen siendo los más jugados en móviles”.Pese a su discurso sereno, Green no ignora las heridas internas. “Siempre es difícil reestructurar una compañía”, admite. “Pero a veces hay que hacerlo para prepararse para el futuro”. Hace unas semanas, la empresa celebró en Barcelona su evento interno Infomarket, un intento de pasar página y mirar hacia el nuevo curso fiscal. “El objetivo es construir una compañía sana, productiva y creativa. Si juntamos esas tres cosas, estaremos en muy buena forma”. Los trabajadores, sin embargo, observan con cautela. “Green sabe cómo funciona King y tiene buenas ideas, pero le ha tocado una época muy dura. Estamos expectantes”, comenta un trabajador. La confianza, como en los juegos de la compañía, parece una partida que hay que reconstruir movimiento a movimiento.
Todd Green, presidente de King, la empresa detrás de ‘Candy Crush’: “El éxito para nosotros es que los jugadores quieran jugar durante años” | Cultura
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