
De nada sirve emprender la carrera armamentista y militar a la que se ha lanzado Europa bajo la sombra de la amenaza rusa si, cuando se produce una emergencia, los soldados, tanques o sistemas defensivos no llegan rápido al lugar donde más se necesitan. Y eso es lo que pasa actualmente en una Unión Europea donde los permisos para trasladar ejércitos a través de fronteras pueden tardar semanas y hasta meses, perdidos en una maraña burocrática, y donde muchos puentes, carreteras o redes ferroviarias no están adaptadas al pesado y complejo transporte militar. Para sortear estos problemas y contar con unas fuerzas ágiles, la Comisión Europea presenta este miércoles un plan de “movilidad militar” que busca crear un “Schengen militar” que facilite la circulación de tropas y armas en el espacio europeo.“No puedes defender un continente si no te puedes mover a través del mismo. Unas redes logísticas sólidas pueden marcar la diferencia entre ganar y perder una guerra”, subraya el comisario de Transporte y Turismo, Apostolos Tzitzikostas, en un encuentro con un grupo de periodistas en el que ha desglosado la propuesta que el Ejecutivo europeo debe lanzar formalmente este miércoles para que la analicen los Estados miembros y el Parlamento Europeo.Una de las claves del plan es armonizar reglas para agilizar todo el proceso burocrático para movilizar tropas de un país a otro. “Queremos establecer normas y procedimientos muy claros para los movimientos militares transfronterizos”, subraya el comisario griego. Para ello, Bruselas propone, de un lado, que cada país designe a un coordinador nacional de transporte militar (actualmente hay que tocar en varias puertas y ministerios, una situación que varía además en cada Estado) que haga de ventanilla única para gestionar las demandas de este tipo. Además, en tiempos de paz, la Comisión plantea fijar por ley un plazo máximo de tres días para que el país por donde se quiere pasar indique si da o no permiso para que lo atraviesen las tropas de otro Estado. La situación se acelera, no obstante, si se declara una emergencia (a petición de un Estado miembro, la Comisión en ese caso llevará la propuesta al Consejo, que deberá decidir rápidamente si acepta declarar esa situación extraordinaria). En ese caso, la gestión para trasladar material y sobre todo tropas a través de las fronteras se debe reducir a unas pocas horas y, en principio, los países miembros no podrán rechazar la solicitud. No obstante, se están analizando algunos caveats, en vista sobre todo de que hay cuatro Estados miembros donde rige una neutralidad militar que puede verse comprometida con estas propuestas: Austria (el país que más dudas suscita, debido a su importante localización geoestratégica), Irlanda, Chipre y Malta.El “Schengen militar”, que tendrán que aprobar los Estados y el Parlamento Europeo antes de que se pueda poner en marcha, prevé también, entre otros, la creación de un fondo de solidaridad para la movilidad militar inspirado en el mecanismo de Protección Cilvil de la UE que ayuda a movilizar ayuda de emergencia, personal y material, en caso de catástrofes, como incendios forestales o inundaciones. De similar modo, en el caso militar este “fondo”, creado en parte con aportaciones voluntarias de países participantes, podría disponer de unas reservas militares y de medios de transporte del mismo —trenes, ferris, transporte aéreo estratégico— a disposición de los Estados.El plan de movilidad militar de la Comisión —una propuesta de reglamento para armonizar las hoy a menudo diversas y disparatadas disposiciones nacionales, así como una comunicación con varias líneas de acción— contiene además una importante pata dedicada a la mejora de la infraestructura europea de uso dual, tanto civil como militar.“Necesitamos una red de carreteras, redes ferroviarias, puertos, aeropuertos, túneles, etc que cumplan con los requisitos militares, es decir, que sean aptos para soportar las cargas, los pesos y los tamaños del equipo militar”, señala Tzitzikostas. No se trata, subraya, de crear toda una infraestructura nueva, sino de “mejorar” la existente. Para ello, adelanta el responsable griego, se han identificado más de 500 proyectos —que se mantendrán en secreto por cuestiones de seguridad— que se guían por el principio de que se pueden realizar de manera rápida para incrementar también de forma acelerada capacidades. Son planes como reforzar carreteras y redes ferroviarias, ensanchar túneles o ampliar puertos. El trabajo de identificación de los proyectos se realiza en coordinación con la OTAN, a la que pertenecen 23 de los 27 socios europeos, que además se comprometieron en su última cumbre en La Haya a aumentar al 5% del PIB el gasto en defensa. Una parte de ese porcentaje, el 1,5%, estará dedicado a proyectos relacionados con la seguridad en un sentido más amplio y ahí pueden entrar estos gastos en infraestructura que plantea la Comisión ahora. El plan de movilidad militar del Ejecutivo europeo se conoce después del devastador informe que presentó a comienzos de año el Tribunal de Cuentas de la UE sobre este tema. Los auditores de Luxemburgo, además de subrayar que se había calculado demasiado a la baja el presupuesto para esta parte clave del proyecto de una Europa más segura y capaz de defenderse por sí misma para el que la UE se ha fijado la meta de 2030, alertaba de múltiples “cuellos de botella”, burocráticos y de infraestructura, que impiden que la UE haya logrado todavía su objetivo de “garantizar un desplazamiento rápido y fluido de personal, material y equipos militares dentro y fuera de la UE con poca antelación y a gran escala”. Tzitzikosas asegura que se ha tomado bien nota de esas carencias. Y señala como prueba el refuerzo presupuestario dedicado a la movilidad militar en la propuesta de la Comisión para los próximos presupuestos plurianuales 2028-34: hasta 17.000 millones de euros, diez veces más que en el presupuesto actual, que se agotó a mitad de camino. En total, Bruselas calcula que la puesta a punto de la movilidad militar en la UE requerirá inversiones de hasta 100.000 millones de euros. Pero no todo tiene que ir de una vez, ni de una sola hucha, puntualiza. Además de presupuestos nacionales, también se podrá hacer uso de fondos de cohesión y otras bolsas europeas, así como destinar parte del programa SAFE de préstamos por hasta 150.000 millones de euros para compras conjuntas en la defensa europea.
Bruselas quiere un ‘Schengen militar’ para facilitar el transporte de tropas y armamento a través de la UE | Internacional
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