
La herida de la derrota el pasado 23 de marzo aún supuraba en la piel de las jugadoras del Barcelona. El reto azulgrana no solo era ganar: era controlar la rabia sin ahogarse en ella. En un partido con cuatro goles anulados, rifirrafes entre jugadoras y staff e intensidad y disputa desde el principio, el Barça logró saldar las cuentas con el pasado con un doblete de una gran Ewa Pajor y los tantos de Aitana Bonmatí y Sydney Schertenleib. Las madrileñas, aún mejoradas con Pau Quesada, no pudieron batir a Cata Coll, que paró un penalti que desató la tirantez entre ambos conjuntos. El Barça mantiene el liderato y aumenta la distancia con el Madrid hasta los siete puntos, pero sobre todo sustenta su orgullo herido.
FCBFFC Barcelona Femenino
4
Cata Coll, Mapi León, Ona Batlle, Irene Paredes, Esmee Brugts (Aïcha Cámara, min. 71), Alexia Putellas, Vicky López (Aitana Bonmatí, min. 59), Laia Aleixandri (Clara Serrajordi, min. 88), Caroline Graham Hansen, Clàudia Pina (Kika Nazareth, min. 71) y Ewa Pajor (Sydney Schertenleib, min. 88)
0
Misa, Maëlle Lakrar, Yasmim (Sheila García, min. 54), Eva Navarro, María Méndez, Sara Däbritz, Filippa Angeldahl (Irune Dorado, min. 62), Lotte Keukelaar (Alba Redondo, min. 54), Caroline Weir, Naomie Feller (Athenea del Castillo, min. 54) y Linda Caicedo (Paula Comendador, min. 69)
Goles
1-0 min. 14: Ewa Pajor. 2-0 min. 29: Ewa Pajor. 3-0 min. 90: Sydney Schertenleib. 4-0 min. 92: Aitana Bonmatí
Arbitro Paola Cebollada López
Tarjetas amarillas
Alexia Putellas (min. 27), Yasmim (min. 51), Sara Däbritz (min. 52), Romeu (min. 58), Sheila García (min. 87), Irune Dorado (min. 88), Clara Serrajordi (min. 88), Eva Navarro (min. 91), Paula Comendador (min. 95)
La killer del área Pajor recuperó la titularidad tras su lesión, una decisión que movió el resto de fichas. Graham Hansen volvió a la banda derecha, Claudia Pina —pichichi liguera— se mantuvo en la izquierda, y Vicky López, que apuntaba a tener la desdicha de caer del once, salió de interior en el lugar de Aitana Bonmatí, con molestias en el isquio. No tocó Pere Romeu su defensa más fiable, y colocó a Laia Aleixandri en el hueco de Patri Guijarro para comandar al equipo junto con Alexia Putellas. Pau Quesada, debutante en un clásico, salió con el sistema más recurrente, con un doble pivote formado por Angeldahl y Däbritz, y jugadoras diferenciales por delante: Caroline Weir, Linda Caicedo —líder del equipo— y Keukelaar, con Feller de punta. En la portería, ante la lesión de Frohms, Misa Rodríguez salió de titular para seguir como la única que ha disputado todos los clásicos.Más informaciónEl encuentro se convirtió en un duelo de cabeza y corazón. Para el Barça, el equilibrio era frágil, un hilo tendido entre la memoria de la derrota y el deseo de revancha. Para el Madrid, cuestión de supervivencia, pero también con el recuerdo de aquella victoria y del bloqueo que liberaron entonces. El conjunto dirigido por Quesada salió a competir de tú a tú con las azulgranas, y el inicio fue más que intenso, con trabajo para las jugadoras, pero más para la árbitra: tres goles anulados en apenas 23 minutos. Antes de cumplirse el primero, Alexia ya golpeó el palo con un remate de cabeza, y poco después Cata Coll ya sacaba un balón bajo la línea de gol. El escenario acompañaba los golpeos constantes de los dos conjuntos: 36.276 personas inundaron el Estadi Olímpic Lluís Companys.A pesar de la vehemencia con la que salieron ambos equipos, no reinó el caos. El Barcelona tiraba de rabia, sin perder forma y estilo, persiguiendo los fantasmas del pasado con la velocidad de Graham, los regates de Claudia Pina y la omnipresencia de Esmee Brugts. El Madrid, muy rápido al contraataque con Caicedo, Feller y Weir, presionó alto, generando incomodidad en la salida de balón de las azulgranas. Aun así, las locales salieron con tacto desde atrás y leyeron perfectamente los espacios que dejaban sus rivales.La intensidad, pero sobre todo la cabeza que le puso el Barça, tuvo su recompensa. Tras una recuperación de Brugts, Pina se marchó por la banda izquierda, centró el balón, pasó entre incontables piernas, y llegó a las de Pajor, que hizo lo suyo: marcar. La delantera polaca, en un movimiento de pura nueve, anotó su octavo gol ante el Madrid, colocándose como la segunda máxima goleadora histórica de los clásicos en tan solo tres partidos disputados. No sería el último que marcaría.El Barça olía la sangre, y Pajor los goles. Tras un rechace de Misa, la polaca salió con todo el cuerpo, puso el pecho y remató con el escudo para anotar el segundo. El Madrid no quería quedarse atrás, y también puso el partido difícil para Cata Coll, que tuvo un mano a mano victorioso con Linda Caicedo. La colombiana, tan peligrosa como desbordante, apretaba a una gran Irene Paredes, que achicaba balones y sacó bajo palos un disparo de Weir. El Madrid se precipitaba demasiado en ataque, y la balanza se siguió decantando para el lado azulgrana.Con las jugadoras cansadas y el Barça tirando de raciocinio y no tanto de emoción, el partido fue bajando revoluciones. Hasta que se pitó un penalti en contra del Barça: la tensión que se coció durante el encuentro salió a relucir, y las jugadoras se encararon en el área. Cata, espléndida durante el encuentro, paró el disparo de Weir, y la tensión se dinamitó en el banquillo entre el staff del Barcelona y el Madrid.El Estadi Olímpic estalló con sus jugadoras, y con los últimos goles de Sydney Schertenleib y Aitana Bonmatí. El proyecto de Quesada crece, pero aún mira al Barça desde abajo. Y el clásico volvió a ser azulgrana; no les faltó corazón, y esta vez tampoco cabeza.
