
Es compañero de Joselu Mato, Sergio Rico y Álvaro Djaló en el Al-Gharafa SC de Qatar. También lo fue de James Rodríguez, con el que mantiene una gran relación, en el Al Rayyan. Echando la vista todavía más atrás en el tiempo compartió vestuario con Unai Simón, Unai Núñez, Asier Villlalibre o Iñigo Córdoba. Lo hizo en Lezama, donde Yaser Hamed (Leioa, 28 años) soñaba con convertirse en futbolista del primer equipo del Athletic. Este sábado defenderá los colores de Palestina ante la selección de Euskadi en San Mamés (20.30, ETB 1), uno de los días “más especiales” en una carrera que le ha llevado a jugar en Baréin, Egipto o Qatar.“Estos días están siendo muy intensos, tanto en lo personal como en lo colectivo”, confiesa. En la mirada del jugador se mezclan orgullo y preocupación. “Mi familia está allí y está sufriendo todo esto. Algún familiar ha muerto. Es muy duro”, asegura. Su padre, Ahmad, nació en en Beit Hanun, en el norte de la franja de Gaza, una ciudad devastada por los bombardeos por parte de Israel. Con 17 años, llegó a España y estudió Medicina “en castellano”, a pesar de no controlar el idioma. Primero vivió en Madrid y luego en Bizkaia, donde conoció a Ana, su mujer, una vasca con quien tuvo 5 hijos en Leioa, muy cerca de Bilbao, entre ellos a Yaser. “Será un día histórico para nosotros y para el mundo entero”, asegura Yaser Hamed. “Es la primera vez que la selección de Palestina juega en Europa y hacerlo en un estadio tan bonito, tan emblemático y con tanta historia… Estamos ilusionados. Lo más importante es el objetivo del partido, defender la causa palestina. Esperamos vivir un día histórico”, explica el futbolista, que además de en Bilbao jugarán el próximo martes ante la selección de Cataluña en el Lluís Companys (18.30, 3Cat).Se trata de un partido, claro está, que excede de lo deportivo. “Nosotros somos una pequeña representación de todo el pueblo palestino y queremos dar voz a toda esa gente. Somos los responsables de llevar un poco de felicidad a los palestinos. Para ellos, el fútbol es muy importante, les saca una sonrisa dentro de la barbarie que han vivido. Esperemos que esto sea un antes y un después y que, de una vez por todas, termine el genocidio”, solicita.Yaser Hamed empezó a escribir su historia futbolística en el Leioa, de donde dio el salto al Athletic para continuarla en el fútbol vizcaíno, antes de recibir una llamada que le cambió su destino. “Cuando me comunicaron que no seguía en el Athletic fue un palo, quizá uno de los más grandes de mi vida, deportivamente hablando”, reconoce el hoy futbolista del Al-Gharafa. Sucedió cuando tenía 15 años y el encargado de darle la noticia fue un ex jugador como Aitor Larrazabal. Ahí comenzó su peregrinaje por el fútbol vizcaíno. El Arenas de Getxo, el Gallarta y el Portugalete, donde recibió una llamada que le costó creerse. Era Noureddine Ould Ali, el seleccionador de Palestina. “No me lo esperaba. De hecho, es que no la estaba esperando porque no sabía que tenían constancia de mí. Se dio y aquí estamos”, agradece. Su debut no pudo resultar más simbólico: “Fui a una concentración de dos semanas para luego ir a la West Asian Cup en Irak. Fui titular. El seleccionador me había pedido que repasara el himno, porque en ese momento no sabía bien árabe. Ganamos 1-0 y con gol mío contra Yemen”, rememora con orgullo. A partir de ahí, su vida se ha tejido entre varios países. Ha jugado en Baréin, Egipto, India, Kuwait y Qatar. “Cada país me ha enseñado algo distinto. He aprendido a adaptarme, a valorar lo que tengo y a no rendirme nunca”, afirma. Su padre Ahmad, su héroeCuando habla de su padre, se le quiebra la voz. “Siempre me emociono cuando hablo de él, es un luchador. Es mi ídolo”, asevera. Su llegada a Bilbao se produjo con 17 años. “Fue primero a Madrid y luego a Leioa. Estudió la carrera de medicina sin saber español y la estudió en castellano. Para mí eso es algo increíble y muy difícil. Es algo digno de admirar. Mis padres lo son todo. Estoy muy orgulloso de ellos, de lo trabajadores que han sido. Ahora ya están jubilados, pero han sacado adelante una familia de cinco hijos dándonos todo lo que hemos necesitado. Es para quitarse el sombrero”, apostilla.El amor por el fútbol se lo inculcó su aita, un apasionado del deporte rey. De hecho, él también hizo sus pinitos. “Siempre me cuenta la misma historia, que no sé hasta qué punto será verdad porque mi padre siempre intenta sorprender. Me dijo que le llamaron para hacer las pruebas del Rayo Vallecano. Su padre le dijo ‘o estudias o no te mando dinero’. Por eso se vino de Madrid a Euskadi a estudiar y tuvo que dejar el fútbol, pero siempre lo ha tenido como su deporte favorito. Es muy aficionado al fútbol, pero, sobre todo, muy aficionado a sus hijos”, deja claro Yaser. Una de sus prioridades, dice, es poder visitar Gaza junto a su padre cuando acabe la guerra. “Yo nunca he estado allí. Sí en Cisjordania y en Ramala y cuando fui, me venía mucho a la cabeza mi padre. No dejaba de pensar en él. Me gustaría ir algún día con él a visitar a toda mi familia. Sería algo muy bonito. Otro de mis sueños es ese”, confirma Yaser, que se pone en la piel de su padre y entiende el sufrimiento padecido. “Es complicado. Siempre está viendo las noticias, siempre está al tanto de todo. Tenemos familia allí y llegan noticias malas. Pero nos quedamos con ese tono esperanzador de que todo termine y puedan vivir en paz. Espero que, con la ayuda de todo el mundo, su ciudad Beit Hanun, arrasada por completo, se pueda reconstruir y poder visitarla junto a él”, desea fervientemente Yaser, que este sábado volverá a cantar el himno de Palestina y lo hará en el estadio de sus sueños, San Mamés.
Yaser Hamed, el compañero vasco de Joselu y Sergio Rico en Qatar que defenderá a Palestina ante Euskadi en San Mamés | Fútbol | Deportes
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